En los últimos años la NASA ha modificado sus programas tripulados, intentando dejar la órbita baja terrestre a operadores privados, mientras se concentra en el regreso a la Luna y a la exploración de Marte. Las próximas décadas prometen ser una etapa de desarrollo de expediciones espaciales de larga duración, buscando disminuir la dependencia terrestre y extrayendo recursos existentes en el Sistema Solar cercano, lo que puede ser el primer paso para establecer una presencia humana permanente más allá de nuestro planeta.